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miércoles, 15 de octubre de 2014

Remedios para la tos

Recuerdo que cuando era pequeña y llegaba el invierno nos cogíamos los catarros pertinentes que nos hacían moquear y toser sin parar. Cuando la tos nos daba mucho la lata mi madre nos daba jarabe que sabía a gominolas y a mí me encantaba. Mi hermano cogía muchos más catarros que yo y la tos le duraba mucho más y se atiborraba a jarabes que apenas le hacían efecto pero que a mí me daba envidia e incluso me tomaba algún que otro trago innecesario.

Años después, a mi hermano su dentadura le ha ido dando problemas y digamos que sus dientes no le han salido de muy buena calidad. Entonces mi madre empezó a sospechar que tal vez tantos jarabes de pequeño habrían podido dañarle la dentadura.

Ahora con Pintxo he podido comprobar que ya los médicos no recomiendan tomar estos jarabes que tan de moda estaban, por lo menos en los 80, y que ahora el remedio que te dan para la tos es ajo y agua, es decir, a joderse y a aguantarse.

El pobre Pintxo lleva por lo menos un mes con una tos que va variando en cuanto a sonido pero que no se va ni a tiros. Y claro, si ya no hay jarabes tenemos que ingeniárnoslas con los remedios caseros de toda la vida, el problema es que no nos sabemos muchos. Cada noche le damos un poquito de miel para suavizar la garganta y después le ponemos cebolla en la habitación. Al principio la cebolla parecía milagrosa, a pesar del tufo que le deja en la habitación, pero estas últimas noches ha vuelto la serenata y cuando le da el ataque me tiene en vilo porque parece que va a terminar vomitando.

En fin, que si alguien conoce un truco eficaz, baratito y legal que lo vaya rulando!


Ilustración de octubre sacada del libro "Von lustigen Wichten zwölf kleine Geschichten"


2 comentarios:

  1. Inclinarle el colchón sobre el que duerme (poniéndole una almohada entre el colchón y somier, por ejemplo) para que no tenga accesos de tos.
    Muás!

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